Suena la canción de Rammstein a las 2:30 de la mañana y no he dormido nada, al menos habré descansado, por que no estoy preocupado por la actividad que se avecina. Por suerte lo tengo todo preparado menos los hierros, los cuales nos lo colgaremos en la mochila abajo en la habitación preparado para ello en la salida del refugio.
Somos los primeros en levantarnos y en recorrer los oscuros pasillos y escaleras del edificio. Da la sensación de que somos los únicos que habitan el edificio, pero poco a poco comienzan a salir mas gente de las habitaciones… ¡Que suerte ir al baño y no hacer cola!
Desayunamos a las 3:00 de la mañana, en la misma mesa que nos adjudicaron anoche para cenar, en el amplio comedor. Al final se llena de montañeros y guías. Descubrimos que hay varias mujeres jóvenes y guías, con una apariencia formidable, en forma, para subir estas montañas alpinas.
Al final a pesar de ser los primeros en madrugar, no somos los primeros en salir en busca de la montaña; muchos grupos ya han salido delante de nosotros, mientras esperamos en la puerta a que salga Jordi que está tardado un poco. Ya nos hemos equipado en la habitación de las taquillas donde dejamos los hierros. Veo que el resto de montañeros ya salen con el arnés puesto y las cintas, mosquetones, y utensilios colgando del mismo, con el casco y el frontal para vernos en medio de la aún oscura noche; con lo que les imito… puede ser que allá arriba no sea tan cómodo como aquí…
Son las 4:00 de la mañana cuando salimos los tres en busca del Allalinhorn. Primero es una senda pegada a la vertiente rocosa del Hinter Allalin que baja poco a poco en busca del Glaciar Hohlaub. Justo aquí hay una ferrata que no llegamos a ver. La senda se desdibuja a la vez que intenta entrar en el glaciar y comenzamos a saltar de piedra en piedra; tanto que Francesc y yo bajamos tranquilamente cuando de repente oímos los gritos de Jordi que se queja de que lo dejamos atrás por que no sabe desplazarse o caminar por este terreno como lo hacemos nosotros. Le esperamos. Solo han sido pocos metros. Me he acordado de la historia del “Siete pasos” con Jesús Santana… la tormenta no dura mucho.

Francesc y Jordi subiendo al cordal de la arista Hohlaub, la misma arista y la cima del Allalinhorn aparecen arriba
Aún no amanece y ya estamos en el glaciar. Seguimos en un principio por un lateral, hasta que se allane el mismo. Tenemos que atravesarlo en busca de unas palas de nieve que hay al otro lado, una vez que comprobamos que es menos vertical y se ha allanado, y también por que las luces de los frontales han ido por ese sitio. Vemos que hay huellas en dichas palas, por lo tanto el camino o recorrido está trazado. Mientras hemos observado como muchos de los montañeros que han salido, no se han dirigido hacia estas palas de nieve, si no que han cruzado el glaciar de un lado a otro casi en bajada, por debajo de la mencionada cresta Hohlaub, en busca del glaciar siguiente, el del Allalin, supongo que en la ruta hacia el Strahlhorn. Quedando dicha ruta a nuestra izquierda y abajo… se ven las luces de los frontales de los que se aventuran hacia dicha montaña, y también de los que nos anteceden, de los cuales seguiremos sus pasos.
Nos paramos para encordarnos y ponernos los crampones al pié del plano glaciar. Éste baja por la derecha haciendo una curva encajado formidablemente entre la cresta Hohlaub a su derecha y la Hinter Allalin, cuya parte mas alta es donde se encuentra la entrada al Metro, al funicular.
Ya comienza a amanecer y vemos poco a poco los perfiles de la montaña: al otro lado del horizontal glaciar hay unas palas de nieve entre rocas o zonas rocosas, quedando más a la derecha la parte mas escarpada pero nada peligrosa (en esta parte baja) de la cresta Hohlaub, la que separa las vertientes. Solo tenemos que seguir los pasos y subir por las huellas estas palas de nieve que, poco mas arriba, la montaña se suaviza y se horizontaliza en un punto.

Francesc y Jordi subiendo al cordal de la arista Hohlaub, la misma arista a la izquierda y la cima del Allalinhorn en el centro

Francesc y Jordi subiendo a la arista Hohlaub y la cima del Allalinhorn con su paso de IIIº, delante
Cuando nos encordamos para cruzar el glaciar me quedé el último ya que soy el que mas pesa, pero en la subida por las palas y cresta, y resto de recorrido, no cambiamos de lugar, ya que tendría que ir el primero, pero seguí el último. Delante, abriendo la cordada, estaba Francesc, que ya comenzaba a tener síntomas de cansancio; y era mejor que fuéramos a su paso.
La parte mas alta de la cresta hay unos muñones de roca, pero no vamos por ellas, si no por las palas de nieve que quedan a su derecha. Seguimos las huellas haciendo un pequeño zigzag en busca de su parte mas alta que queda poco mas arriba de estos muñones. Y aquí ya nos acercamos al vértice de la loma cimera que mira a las dos vertientes pero que no se le puede decir cresta, si no una loma rocosa. La idea es ir entre la nieve de la parte mas alta y la rocosa parte que separaba las vertientes de la cresta o espolón.
Vemos algunas cordadas que siguen glaciar arriba por la derecha, por en medio del mismo que ya comienza a ser blanco por la abundante nieve. Mas arriba Francesc se daría cuenta que antes de subir a la arista de hielo, a la derecha venía una huella que salía del mismo glaciar sin pasar por estas palas y terreno rocoso… pero llegamos por ambos sitios al mismo lugar.

Francesc y Jordi subiendo a la arista Hohlaub y la cima del Allalinhorn con su paso de IIIº, delante
Llegando al primer apéndice de la loma cimera, ya vemos al fondo dos altos puntos: delante el comienzo de la cresta de hielo, nieve, sería el comienzo de la estrecha y detrás al cima del Allalinhorn con su típica franja rocosa a salvar para llegar a su cima. Un par de austriacos nos adelantan y preguntan en inglés por el recorrido a la cima. El más mayor habla conmigo en inglés. Antes nos han preguntado que sí siguiendo el glaciar era el camino (el que he señalado antes), yo le respondí que nosotros seguíamos esta huella que también seguía la loma crestera de Hohlaub. El recorrido estaba claro, intentar ir por la parte mas fácil y asequible de la cresta, que dejará de ser rocosa y se enfilará helada de nieve dura, hasta el pié de la pared, de la barrera rocosa, donde se encuentra el paso de IIº, que hay que salvar para subir a la cima del pico.
Al amanecer el tiempo era mejor que ayer. Habían nubes pero el sol llegaba a tocar de vez en cuando la cresta, las cimas, y jugaba con las blancas e inofensivas nubes; pero había que aprovechar la mañana por que por la tarde, comenzando por el mediodía, comenzaba el mal tiempo… por ello también el madrugón.
Después la parte mas fácil combinando palas de nieve y terreno pedregoso, casi rocoso, con muchas partes horizontales, nos topamos con una gran pala de nieve redondeada, casi cilíndrica, con forma de empinado domo y bastante vertical, bastantes metros a salvar hasta su cima. El recorrido es mas esforzado, mas vertiginoso, hasta la parte alta de esta primera altura, que es el comienzo de la afilada cresta de hielo, nieve, con algunos escalones de roca. Justo aquí arriba podemos descansar, hacer fotos al espectacular paisaje, sobre todo hacia el sur, hacia el Strahlhorn, su zona y el blanco y extenso Glaciar Allalin; y de lo que nos quedaba de subida: la cresta Hohlaub, la parte mas alta y helada, que se afila son ser vertiginosa pero sí sorprende la verticalidad de sus breves flancos, y la barrera rocosa con el paso de IIº que no paro de mirar, a ver por donde pasa la gente, los montañeros, lo que hacen, como se mueven, para imitarlos; y justo arriba la cima de la montaña.

Croquis de la ascensión al Allalinhorn, en su última y mas escarpada parte. Línea Azul: recorrido más fácil de la Cresta Hohlaub. Puntos Rojos: pasos con cadena por la pared, IIº y IIIº. Línea Discontinua Amarilla: Recorrido con algo de dificultad y pendiente entre 45º y 50º. Línea Discontinua Naranja: recorrido alternativo al recorrido amarillo, Iº-IIº,

Croquis de la ascensión al Allalinhorn, por su paso rocoso. Puntos Rojos: pasos con cadena por la pared, IIº y IIIº. Línea Discontinua Amarilla: Recorrido con algo de dificultad y pendiente entre 45º y 50º. Línea Discontinua Naranja: recorrido alternativo al recorrido amarillo, Iº-IIº,
Antes vemos retirarse a los austriacos, una cordada de dos, resulta que el guía y mas mayor se ha hecho daño en la rodilla y no pueden seguir. Nosotros de todas formas íbamos muy lentos; las otras cordadas nos pasaban por todos lados. En un momento de la subida llego a decirles a mis compañeros “me aburro” con tono sarcástico casi irrespetuoso con mis compañeros. Y mas arriba Francesc para la cordada, está muy, muy cansado, algunos pasos fáciles le cuesta una vida, y cada paso es una parada; llega un momento que se vuelve, me mira con cara de estar machacado y moribundo y me dice “Terri, estoy muy cansado”. Yo hice una “joaquinada”, igual que lo del “siete pasos”; no le respondo, me pienso tanto que decirle que decido no decirle nada. Pasan unos segundos largos mientras Francesc me mira y no tengo piedad de él. Quiero cuidar de mi amigo, como él haría conmigo, y si no puede subir, pues habría que darnos la vuelta, pero por otro lado la vuelta puede ser mas larga que lo que nos queda de subida, y bajad hasta el Metro, y por otro lado yo me veo con ganas, con energía y valentía para llegar a esta cima, aunque tardemos todo el día. Con lo que al final al ver que no había respuesta, Francesc volvió a girar la cabeza y siguió el camino hacia la cima con su paso lento y muy cansado; detrás en el centro de la cordada, Jordi, y yo el último… solo pensaba: si Francesc, con lo cansado que está, resbala, Jordi no sabrá pararlo, lo arrastrará, y con la fuerza de caída de los dos, me arrastrarán mi también…
Comenzamos la subida de esta cresta final, helada, vertiginosa, con caídas a cada lado que quitaba el aliento (debajo de las verticales vertientes heladas, acababan en paredes de los seracs del glaciar), muy poco a poco, muy lenta, como si pareciera que no llegáramos nunca. Vemos como nos adelantan las guías femeninas a toda velocidad y muy profesional, nos le ha hecho falta madrugar… Algunos se vuelven por la cresta abajo, yo creo que son gente que ha llegado a la pared y se ha vuelto, pero Francesc me dice que no, que son “maquinillas” que han llegado a la cima y bajaban por el mismo camino… estaba claro que los mas lentos y malparados éramos nosotros, pero había que intentarlo.
Y por fin llegamos al final de la cresta Hohlaub, después de un ascenso eterno. Nos quedamos pegados a la pared. Observamos los pasos, las cadenas, las presas, los agarres, la verticalidad del paso de roca, por donde pasar y como. Pero estamos paramos casi 20 minutos viendo como pasan dos cordadas y como lo hacen, de donde se agarran, como suben… los guías, a pesar de la cadena, aseguran el ascenso con su cuerda y las cadenas. Después de buscar los mosquetones y equiparnos (a mi me ha ido bien llevar mis herramientas de escalada ya colgadas del arnés, dentro de la mochila no hacen nada), decido subir por la cadena trepando por los pasos y agarres, recorrido, que han realizado las otras cordadas; pero me aseguro con la cadena y una cinta larga, a cada eslabón que puedo con exceso recelo. Llego a un punto, un rellano en la pared, una especie de nicho o nido de águilas, y aseguro la subida de Jordi, después la de Francesc al final de la cuerda. Una vez llega Francesc a donde estamos, le aseguro para que siga el recorrido y haga él otra reunión más arriba, después del tramo en transversal en la rocosa pared… teníamos que haber practicado mas con el tema de asegurarnos en una progresión de escalada, pero no lo hicimos del todo mal… yo, desde que llegué a la pequeña base de la pared en la que apenas cabíamos los 3 y dejábamos pasar, casi pisándonos, el resto de cordadas; siempre comentaba y casi quejándome que este paso no era de IIº, en España hubiera sido calificado de IIIº, hay cierta verticalidad y agarres que sin la cadena, te lo pensarías mas de una vez el pasarlo… quizás lo calificaban de IIº por que tiene la cadena que ayuda mucho en su ascenso por la pared a pesar de los buenos agarres, pero en el paso transversal, cogerse de la cadena era obligatorio.
Después del paso transversal, donde los crampones arañan sin piedad la roca, hay una especie de pequeña chimenea con superación por peso hacia arriba que nos deja en un tramo de la pared con menos inclinación, pero con terreno entre rocoso y resbaladizo, como en terraza de unos 45º o 50º. La cadena hacia una L al revés, en vertical al principio y luego aseguraba un paso de rocas mas lisas. Hay agarres buenos pero no es un paso de IIº. Además estamos subiendo sin quitarnos los crampones. A pesar de ser un sitio mas fácil, Francesc prefiere ir asegurando la progresión, intentando hacer un nudo dinámico en el mosquetón para hacer de seguro, e instalando alrededor de las rocas, de algún seguro que encontramos, algún parabolt. Se ha empeñado en ser él el primero y subirnos por este terreno tan inestable… cualquier resbalón y caemos por la pared que hemos subido, después por las verticales pendientes heladas de la cresta Hohlaub, y después saldríamos disparados por las paredes de sus seracs. Hace varias reuniones, pero de verdad que el terreno no es tan peligroso, hay que llevar atención. Curiosamente los guías han seguido asegurando en esta parte de la montaña igualmente.
Arriba de esta pendiente inestable entre rocosa y pedregosa, aparece una pala de nieve. Yo he visto mientras subida por la cresta, a algunos montañeros que pasaban justo por debajo de la misma, o bien subían justo por el vértice de las dos vertientes. Más arriba hay una pequeña cresta la cual podemos subirla por una escalera de roca o bien ir por su lateral y por debajo, tocando la pendiente de nieve helada o hielo a un lado, y bajo la pared de la crestecilla al otro. Y al otro lado de este paso, un pasillo helado hacia la cima del pico… ya estamos allí.
El tiempo ha ido empeorando, se ha nublado el cielo pero aún, de tanto en tanto, nos deja ver las magníficas vistas alrededor de la cima. Estamos solos en la montaña, ya ha pasado todo el mundo y ya han bajado de la misma. Después de un pasillo fácil en la nieve, llegamos a la cruz de la cima del Allalinhorn, 4.027 mts., son las 14:00, hemos tardado 10 horas desde la salida del refugio.
Abrazos, fotos, al final hemos conseguido la cima del Allalinhorn por la cresta Hohlaub. Parece que a Francesc se le ha ido parte del cansancio, está mas animado. Estamos contentos y alegres, ha sido formidable, y pienso para mis adentros que no he dejado que los obstáculos del ascenso me impidieran llegar a la cumbre si de verdad quería hacerlo y me sentía con ilusión, fuerza y ganas. Fantástico.
El tiempo sigue cerrado y puede precipitar en cualquier momento, a la vez pensamos en el funicular y el teleférico que lo pueden cerrar si no llegamos a tiempo, con lo que al poco tiempo de las celebraciones y las fotos ya comenzamos a pensar en bajar. La bajada se hace deshaciendo unos metros el pasillo en la nieve hasta la cima, y girando hacia el sur, dejando mas a la izquierda la vertiente de la cresta Hohlaub por donde hemos subido. Ahora la bajada es fácil y rápida. Al principio un poco vertical pero nada difícil y después la senda gira a la derecha, como dando la vuelta o rodeando el pico, de sur a norte, justo al norte estaba el gran glaciar que es utilizado, en esta parte al norte de Allalinhorn, como estación de esquí en verano. Es el Glaciar Fee, que recorre toda la cara este de Mischabel, Alphubel…
Llegando al Feejoch (3.807 mts.) que se encuentra al oeste del Allalinhorn y separa éste del Feechopf, me para a mear, que ya no podía mas, toda la mañana sin mear, y a ver el paisaje, o intentar verlo. Miro hacia el sur para intentar admirar los escarpes, montañas y glaciares que se acercan al macizo del Monte Rosa. Este lugar, ahora que no hay nadie mas que nosotros, es más impresionante, insuperable, los Alpes son preciosos.
La senda en la nieve o las trazas del recorrido es muy evidente, y a pesar de que es una ruta fácil, también hace un zigzag entre grietas y seracs del espectacular glaciar. Llega un momento que bajamos a un camino de nieve, donde las quitanieves pasan por él para dirigirse a cada punto del casi llano glaciar para planchar la nieve y hacer las pistas. Jordi se ha adelantado y ya está subiendo en dirección a la entrada del Metro que queda poco más a la derecha, justo al noreste del pico, Francesc va detrás y yo el último, retraso por mis necesidades en el Feejoch. Curiosamente dichas máquinas se mueven en dirección al Metro, ya se retiran, debemos llegar a la vez que ellos o cerraran el funicular, tendremos que bajar por el glaciar y no llegaremos a tiempo para coger el último teleférico a Saas-Fee, con lo que casi corremos entre la abundante y blanda nieve para llegar a la entrada del Funicular.
Cojo a Francesc poco antes de llegar a la entrada al Metro, funicular (Mittelallalin), donde ya nos espera Jordi:. Hemos bajado en poco mas de una hora y sobre las 16:45 sale el último funicular que, por dentro de la tierra, baja hasta la estación de Felskinn donde cogeremos el teleférico por el que subimos ayer desde Saas-Fee.

Jordi y Francesc en la cima del Allalinhorn, 4.027 mts., abajo el Glaciar Hohlaub, con la cresta norte del Allalinhorn (Hinter Allalingrat, Mitel Allalin, Hinter Allalin) en el centro de la imagen
He perdido el ticket del teleférico, seguramente lo metí en el bolsillo de la chaqueta, y al meter y sacar los guantes, voló. Con lo que la intención es comprar uno nuevo pero no hay nadie mas que nosotros y los empleados que se amontonan mientras aparcan sus quitanieves fuera del edificio del Mittelallalin, entran en la estación sin pagar nada, nos permiten entrar. Dicen que paguemos en Felskinn. Estamos a 3.456 mts.
Francesc y yo nos quitamos los crampones y nos disponemos a bajar por la escalera que nos lleva al anden del funicular, pero Jordi no se los ha quitado y baja por la escalera con ellos puestos. Uno de los suizos, de los trabajadores de la estación de esquí, le dice algo en alemán a Jordi. ¿Qué dice? Que no bajes con los crampones puestos… entonces Jordi se volvió algo histérico y grito “es que no puedo quitarme los crampones”… “si te los has puesto tienes que poder quitártelos”… al final Francesc le ayudó a quitarse los crampones y pudimos entrar los tres, junto con los empleados, al pequeño funicular, Metro… por los pelos.
El funicular se para en medio del túnel y uno de los obreros tiene que saltar de cabina en cabina para llegar a la parte mas alta, junto donde estábamos nosotros, para llamar a mantenimiento para ver si les guiaba para arreglar el funicular. Risas y charlas en alemán que no entendemos, entre los trabajadores atrapados con nosotros este extraño túnel con este extraño medio de locomoción. Casi 20 minutos después, por fin arreglan el tren escalonado para llegar a Felskinn (2.988 mts.). Nos entretenemos con el hombre de la taquilla para explicarle la situación mientras los trabajadores ya entran en la estación de Felskinn para coger el último teleférico.

Desde la cima del Allalinhorn (4.027 mts.), mirando hacia el norte: la cresta norte del Allalinhorn (Hinter Allalingrat, Mitel Allalin), se aprecia la entrada al funicular de Mittelallalin, con el Glaciar Fee a la izquierda
Pero cuando entramos en la estación para embarcar al teleférico, vemos como salen con todos los trabajadores sin nosotros hacia abajo. Me acerco a la valla y contemplo como bajan… ya casi van por la mitad; a la vez intento pensar como pasar esta noche… volvemos al refugio, dormimos aquí tirados en la estación…De repente veo que el teleférico se para. Se lo comento a Francesc. Después de pararse comienzan a subir poco a poco… ¡Vuelven a por nosotros! Y así es, el teleférico vuelve a subir con todos los trabajadores dentro a por nosotros.
Nos recogen y vuelve a bajar con nosotros. Hay un trabajador que habla castellano, es portugués o de origen portugués. Habla con Francesc sobre sus trabajos en Suiza. Al llegar a la estación de abajo, donde comienza el teleférico, el telecabina que nos acerca al centro del pueblo ya ha cerrado. Pero los trabajadores nos tienen preparada una sorpresa: hay dos coches eléctricos que llevaran a los trabajadores a sus casas o destinos en el pueblo, y nos invitan a entrar a ellos y a llevarnos a nuestro coche al parking ¡Es fantástico! Hacemos una corta ruta por Saas-Fee dejando a los trabajadores y al final nos llevan a la taquilla del parking para pagar (15 FS., solo por dos días), y después nos dejan justo junto al coche, para acabar así una jornada de aventura y éxito… al final he tenido suerte con la pérdida del ticket, no ha hecho falta, éramos los últimos y los únicos montañeros que quedaban en la montaña, al menos que se vieran.

Francesc y Joaquín bajando por el Funicular, «Metro», de Mittelallalin (3.456 mts.), bajando a Fleskinn
Volvemos a Täsch, al camping, deshaciendo el camino del coche. Al llegar a nuestra casita comprobamos que tenemos nuevos inquilinos, se ha ido la familia de japoneses y tenemos una pareja de daneses y dos chicas que parecen de la India. Entablo conversación en inglés con el danés, me dice que esta mañana han realizado un recorrido por la base del Cervino saliendo desde el mismo Zermatt, diez horas, sin teleféricos.
Me voy a dormir y lo hago de un tirón sin que nadie me despierte como ya pasó anoche y la noche con el japonés. Antes he enviado mensajes anunciando el éxito del ascenso de hoy, a Anna, a Javi… mañana toca ir a la base de la siguiente montaña ¿estaremos lo suficientemente descansados para poder subir al Weissmies? Francesc se lo está pensando, de hecho nos acompañará al refugio pero no nos acompañará en la subida, ya ha tenido suficiente. Por otro lado pienso: si hemos podido hacer la montaña mas difícil de las dos (al equivocar la ruta), ésta no tendría que ser ningún obstáculo para mi




















